Al hablar de la primera experiencia en un gimnasio con distintas personas a las que he tenido el gusto de entrenar, en el 85% de los casos llegaron a enfrentarse con la misma problemática al preguntarse, ¿cuál es el gimnasio ideal?
Algunos, me comentaron que se inscribieron a determinado gimnasio porque les quedaba cerca de casa o de su trabajo, otros más, dijeron haberse inscrito por la promoción que había o por lo bonito que se veía desde afuera. Pero en muchos casos, se llevaron grandes decepciones porque, o el instructor no les hacía caso, o los aparatos se descomponían a cada rato, las bicicletas de spinning estaban en mal estado e incluso, que no daban todos los servicios que decían en su publicidad.
Todo lo anterior, es algo tan común que a muchos de nosotros nos ha pasado o nos está pasando, principalmente, cuando vamos a incursionar por primera vez en el mundo de las pesas y actividades aeróbicas. Solemos pensar que por el hecho de decir “gimnasio”, bastará para lograr los objetivos que nos
hemos propuesto.
La realidad es que no es así, tampoco existe una regla de oro para ubicar el gimnasio perfecto, pero si sabemos lo que hay que considerar para poder determinar el mejor lugar para la realización de nuestras actividades deportivas, ayudará a evitar en gran medida, tomar una mala decisión.
1. “Caro” no es sinónimo de “mejor”: Debemos quitar de nuestra mente que los gimnasios más caros en zonas exclusivas son los mejores para acudir. La realidad es que hoy en día, existen gimnasios en zonas populares con instalaciones nuevas y equipo de muy buena calidad. Lo importante aquí son dos cosas, la primera es fijarnos
el monto que vamos a destinar para invertir en nuestra salud, la segunda es evaluar si el costo del gimnasio al que vayamos, corresponde con las instalaciones y las actividades que ofrecen, por ejemplo, podemos tener dos gimnasios, uno que cobre $300 pesos y otro $500 pesos, a primera instancia podríamos irnos al más “barato”, pero resulta que el de $300 pesos incluye sólo una actividad y el de $500 pesos incluye 3 actividades y hasta sauna, entonces ¿cuál es la mejor opción? Al decidir el gimnasio al que vamos a acudir, veremos si nuestra elección fue la mejor, ya que ahora podremos evaluar a los instructores de las actividades que vayamos a tomar -y así- reafirmar que fue la mejor opción, o bien, esperar a que acabe nuestra mensualidad para ir en busca de uno nuevo. “Es de sabios cambiar de opinión”.
2. Las instalaciones: Aquí, me refiero exclusivamente al local, su construcción y distribución. Es importante considerar esto, porque muchas construcciones que tuvieron otra función en un pasado, son adaptadas para servir como gimna- 31 sios actualmente. En ocasiones, esa remodelación es muy buena, pero en ciertos casos -por la naturaleza de la construcción- carecen entre otras cosas de buena ventilación, algo esencial para el correcto desarrollo de cualquier actividad física. La falta de aire fresco provocará que nuestro rendimiento se vea impactado negativamente, porque nuestras células no se estarán oxigenando correctamente.
También, hay que considerar el tamaño del lugar, si bien, no es un punto tan delicado como otros, es bueno tomarlo en cuenta, ya que al ser más amplio, la separación y distribución de los aparatos será mucho mejor y la probabilidad de accidentes disminuirá. Además, en los horarios de mayor afluencia (6 a.m.-10 a.m. y 3 p.m.-10 p.m.) la necesidad de un gimnasio de buen tamaño y con mayor equipamiento es indispensable, ya que si no se equilibran a medida de lo posible los factores usuario-equipo, se verán en situaciones donde compartirán aparatos entre tres y cinco personas aproximadamente. El problema no es compartir, ya que al ser un lugar público esto siempre pasará, el punto es con cuánta gente es que lo comcompartiremos, ya que factores como el tiempo que le dedicamos a la actividad o rutinas donde no se requiera descansar demasiado, se verán impactadas y por consecuencia no acabaremos nuestra rutina, o en su defecto, nos abstendremos a utilizar ciertos aparatos.
3. Equipo y aparatos: El saber si los aparatos y aditamentos de determinado gimnasio son adecuados, es prácticamente imposible cuando se incursiona por primera vez en el área, de tal forma que hay que fijarnos en cosas simples, pero básicas, como el correcto funcionamiento de todas las máquinas de peso integrado, bicicletas, caminadoras, escaladoras, etc. El hecho de verlos limpios y engrasados, puede ser indicativo de un correcto mantenimiento. Ahora bien, si quieren estar más empapados acerca de aparatos y marcas,
conviene acercarse a la web para buscar tanto información como imágenes que les permitan tener un mejor panorama del tema.
Cabe destacar también, que cada gimnasio tiene diferentes capacidades económicas, de tal forma que algunos poseen aparatos de marcas más accesibles y no por eso debemos descartarlos.
4. Horarios y actividades: Es importante revisar los horarios que maneja cada gimnasio, ya que algunos cierran más temprano otros abren más tarde, algunos están abiertos los siete días de la semana, otros más tienen tarifas especiales si van a determinadas horas del día (lo cual es conveniente económicamente hablando si sus demás actividades se los permiten). Que un gimnasio cuente con varias actividades y que éstas se impartan en diferentes horarios, lo hace más atractivo y nos puede motivar a practicar otra cosa que
jamás hayamos pensado hacer. Recuerden que un entrenamiento integral donde se conjugan actividades aeróbicas y anaeróbicas, dan un resultado mucho más satisfactorio. No duden en incursionar en otras actividades.
5. Instructores: Un punto que considero el más importante son los instructores, ya que si nos encontramos en un gimnasio con excelentes instalaciones, pero con un pésimo instructor, no podremos aprovechar el cien por ciento del lugar, dando como resultado el incumplimiento de nuestras metas.
Conforme empecemos a tener más experiencia en el área, nos iremos dando cuenta que estamos perdiendo dinero y tiempo. Por el contrario, un buen instructor en un gimnasio limitado tiene la capacidad de adaptar ese entorno restringido en estrategias de entrenamiento muy buenas para sus clientes, logrando que éstos obtengan los resultados deseados y se sientan bien atendidos. El escenario ideal es tener un buen instructor en un buen gimnasio.
El asunto de los instructores lo abordaré de manera más puntual en el siguiente número de la revista, ya que es un tema muy importante por el hecho de que esa persona será -hasta cierto punto- la encargada de que logremos nuestras metas, en un caso contrario, será la causante de posibles lesiones y el fracaso de nuestro plan al haber confiado en su título de “instructor” y desconocer por nuestra parte ciertos detalles que separan a un verdadero entrenador de un fraude.
Los cuatro puntos anteriores, considero son los más importantes a tomar en cuenta para seleccionar un buen gimnasio, pero también es cierto que hay más cosas que cada quien, según sus necesidades, les serán importantes y prescindibles, por ejemplo, que el gimnasio tenga sauna, los baños estén limpios, cuenten con fuente de soda, estacionamiento, etc. A éstos, les llamo “factores secundarios” por el hecho de que varían de persona a persona según sus necesidades y no son parte directa del desarrollo de nuestras actividades.
Tengamos presente que en ocasiones el gimnasio más económico o que queda más cerca de nuestra casa o trabajo, no es siempre el mejor, por lo que valdrá la pena gastar un poco más de dinero o desplazarnos un tanto más lejos para sentirnos a gusto y motivados para lo que seguro será el inicio de una vida sana y exitosa.
Por: Alberto UC. Licenciado en Comunicación Multimedia egresado de la Universidad de Londres.